Und schon wieder ist es Zeit, einen Bericht über mein Auslandsjahr zu schreiben - wie die Zeit rast! Mittlerweile bewege ich mich Richtung Ende meines Praktikums und damit auch meiner Zeit hier in Argentinien.

Die Firma, in der ich gelandet bin, ist, wie in meinem letzten Bericht bereits erwähnt, eine NGO, welche Häuser benachteiligter Familien renoviert. Es gibt 2 Standorte, Bariloche und Buenos Aires. Im Büro in Buenos Aires arbeiten mit mir 8 Leute, 5 technische Angestellte und 3 Sozialarbeiter. Die Projekte sind in Mercedes, einer Stadt in der Provinz Buenos Aires, wo ein separates technisches Team angestellt ist. Es handelt sich immer um einzelne Privathäuser, der Kontakt zu den Familien wird über die Stadtverwaltung hergestellt. Ein Projekt hat jeweils eine Bauphase von ca. 2 Wochen, mit Vor- und Nachbereitung ist der Arbeitszeitraum pro Projekt ca. 3-4 Wochen.

Der Arbeitsablauf der einzelnen Projekte ist immer gleich: ein Team aus zwei technischen und einem sozialen Mitarbeiter aus dem Büro geht einmal die Woche nach Mercedes und besichtigt dort die Wohngelegenheiten dreier Familien. Das Haus wird vermessen, ein Interview mit der Familie über die Lebensumstände geführt und verschiedene Messgeräte werden eingesetzt, um die Luftqualität des Hauses zu ermitteln.

Im Büro beginnt dann mein Teil der Arbeit: für die Projekte die mir zugewiesen werden, fassen ich alle Informationen in einem Bericht zusammen, schaue mir an, was die hauptsächlichen Probleme sind und welche Veränderungen notwendig sind. Sobald ein Bericht abgeschlossen und einen Vorschlag vorbereitet ist, stellt der Verantwortliche das Projekt in Form einer Präsentation vor. Die Vorschläge werden besprochen und Zweifel und Fragen an der Umsetzung und der Priorisierung der einzelnen Maßnahmen geklärt. Danach wird das Konzept für die Baustelle nochmal überarbeitet, um es dann an das ausführende Team weiterzuleiten.

Das Arbeiten hier ist sehr unterschiedlich zu dem, was ich in Deutschland gewohnt bin. Es ist schwierig zu unterscheiden, was dem Land und was der Arbeitsstelle an sich zuzuordnen ist. In Deutschland wird (optimalerweise) alles nach Norm ausgeführt, für alle Baumaterialien und Ausführungen gibt es Nachweise zu erbringen und Vorschriften zu erfüllen. In der Zeit hier habe ich keine einzige Vorschrift lesen müssen, alles geht über Erfahrung und Abschätzungen. Aber die Voraussetzungen sind auch in keinster Weise mit denen in Deutschland zu vergleichen; geschätzt würde man 90% der Häuser, die wir renovieren, direkt abreißen. Meistens sind sie aus unverputztem Hochlochziegel gebaut, den Fußboden bildet die Bodenplatte aus Beton, das Dach besteht aus einer mit Wellblech verdeckten Holzkonstruktion. Die Elektrik ist offensichtlich selbst verlegt, die Kabel gehen kreuz und quer. Häufig werden aneinandergereihte Mehrfachsteckdosen genutzt, um den Strom in andere Räume reichen zu lassen. Auch bei den sanitären Installationen ist meist nur das allernötigste vorhanden: ein Wasserhahn im Garten oder im Badezimmer um an frisches Wasser zu gelangen, ein Sickerloch im Garten an welches das Abwasser der Toilette und vielleicht ein Ablauf unter dem Wasserhahn angeschlossen ist. Zum Duschen wird Wasser auf dem Herd warm gemacht, zum Spülen der Toilette wird ein Eimer gefüllt und händisch hinterher gekippt. Deswegen wundert es mich nicht, dass ich auch die “Planung” der Elektrik und Sanitärtechnik übernehme. Es handelt sich eher um Konzeptentwürfe; wie die Ausführung letztendlich zustatten geht, wird von den Facharbeitern dann auf der Baustelle entschieden.

Andere Aspekte wurden mir aber auch von Argentiniern bestätigt, dass diese hier vollkommen normal seien. Es ist einfach weitaus weniger strukturiert als in Deutschland: die Mitarbeiter haben keine Arbeits-Mailadresse, alles wird über die private Email gemacht. Oder über Whatsapp-Gruppen, über welche man auf sein privates Telefon alle möglichen Arbeitsnachrichten jederzeit empfängt. Gespräche, welche am besten als Meeting mit Protokoll stattfinden sollten, werden zwischen Tür und Angel gehalten. Und der Arbeitstag fängt erst um 9 an, früher ist bei mir niemand im Büro.

Ich bin zwar noch nicht fertig mit meinem Praktikum, ein Resumé kann ich aber trotzdem schon ziehen. Bezogen auf mein Spanisch hat mich persönlich das Arbeiten sehr viel weiter gebracht als die Uni. Ich war gezwungen zu reden und häufig sogar zu präsentieren, außerdem natürlich auch die Berichte zu schreiben. Fachlich habe ich viel über Luftqualität gelernt. Dadurch dass Zentralheizung hier nicht so verbreitet ist wie in Deutschland, sind Faktoren wie Feinstaub und Kohlenstoffmonoxid viel häufiger auf Gerätschaften innerhalb der Häuser zurückzuführen als in Deutschland.

Auf einer persönlichen Ebene habe ich durch das Praktikum die andere Seite des Landes kennengelernt. Die schlechte Wirtschaft und Inflation waren mir schon während der Zeit an der Uni bewusst, aber die Auswirkungen und Lebensumstände der wirtschaftlich schwächeren wurden mir erst im zweiten Semester wirklich vor Augen geführt. Ich bin froh, bei Fovisee mein Praktikum zu machen.

Y otra vez toca escribir un informe sobre mi año en el extranjero: ¡cómo pasa el tiempo! Mientras tanto, me acerco al final de mis prácticas y, por tanto, también de mi estancia en Argentina.

La empresa con la que acabé es, como mencioné en mi último informe, una ONG que renueva casas de familias desfavorecidas. Hay 2 sedes, Bariloche y Buenos Aires. En la oficina de Buenos Aires trabajan conmigo 8 personas, 5 técnicos y 3 trabajadores sociales. Los proyectos están en Mercedes, una localidad de la provincia de Buenos Aires, donde trabaja un equipo técnico independiente. Se trata siempre de casas particulares individuales, el contacto con las familias se establece a través de la administración municipal. Cada proyecto tiene una fase de construcción de unas 2 semanas; con la preparación y el seguimiento, el periodo de trabajo por proyecto es de unas 3-4 semanas.

El flujo de trabajo de cada proyecto es siempre el mismo: un equipo de dos técnicos y un trabajador social de la oficina se desplaza a Mercedes una vez a la semana para visitar los hogares de tres familias. Se mide la vivienda, se entrevista a la familia sobre sus condiciones de vida y se utilizan diversos aparatos de medición para determinar la calidad del aire de la vivienda.

En la oficina, empieza mi parte del trabajo: para los proyectos que me asignan, resumo toda la información en un informe, veo cuáles son los principales problemas y qué cambios son necesarios. Una vez terminado el informe y preparada la propuesta, el responsable presenta el proyecto en forma de ponencia. Se debaten las propuestas y se aclaran dudas y cuestiones sobre la aplicación y priorización de las distintas medidas. Después, se revisa de nuevo el concepto del sitio y se transmite al equipo que realiza el trabajo.

Trabajar aquí es muy diferente a lo que estoy acostumbrado en Alemania. Es difícil distinguir entre lo que pertenece al país y lo que pertenece al propio trabajo. En Alemania, todo se hace (óptimamente) según las normas, hay que aportar pruebas y cumplir reglamentos para todos los materiales de construcción y diseños. En el tiempo que llevo aquí no he tenido que leer ni un solo reglamento, todo se basa en la experiencia y las estimaciones. Pero las condiciones no son en absoluto comparables a las de Alemania; se calcula que el 90% de las casas que renovamos serían demolidas directamente. La mayoría están construidas con ladrillo hueco, a menudo sin revoque, el suelo es un contrapiso de hormigón y el tejado es una construcción de madera cubierta con chapa. El sistema eléctrico es obviamente autoinstalado, los cables estan puesto sin logica. A menudo se utilizan varias zapatillas enlineadas para que la electricidad llegue a otras habitaciones. Incluso las instalaciones sanitarias son en su mayoría básicas: un grifo en el jardín o en el baño para obtener agua fresca, un pozo ciego en el jardín a la que se conectan el desagüe del inodoro y quizá un desagüe bajo el grifo. Para ducharse, el agua se calienta en la cocina; para tirar de la cadena, se llena un cubo y se vuelca manualmente después. Por eso no me sorprende que también me encargue de la "planificación" de la electricidad y la fontanería. Se trata más bien de diseños conceptuales; cómo se lleve a cabo finalmente la ejecución lo deciden los trabajadores cualificados de la obra.

Otros aspectos, sin embargo, también me fueron confirmados por argentinos que son completamente normales aquí. Simplemente está mucho menos estructurado que en Alemania: los empleados no tienen una dirección de correo electrónico de trabajo, todo se hace por correo electrónico privado. O a través de grupos de Whatsapp, a través de los cuales recibes todo tipo de mensajes de trabajo en tu teléfono privado en cualquier momento. Las conversaciones que idealmente deberían tener lugar como reuniones con actas se celebran entre puerta y puerta. Y la jornada laboral sólo empieza a las 9 de la mañana, nadie está en la oficina antes de esa hora.

Aún no he terminado mis prácticas, ya puedo sacar una conclusión. En cuanto a mi español, trabajar me ha llevado mucho más lejos que la universidad. Me obligaron a hablar y a menudo incluso a presentar, y por supuesto a escribr los informes. Profesionalmente, aprendí mucho sobre la calidad del aire. Dado que la calefacción central no está tan extendida aquí como en Alemania, factores como las partículas y el monóxido de carbono se deben con mucha más frecuencia a los aparatos del interior de las casas que en Alemania.

A nivel personal, las prácticas me permitieron conocer la otra punta del país. Durante mi época universitaria fui consciente de la mala situación económica y de la inflación, pero el impacto y las condiciones de vida de los económicamente más débiles no me llamaron la atención hasta el segundo semestre. Me alegro de hacer mis prácticas en Fovisee.