Primeras impresiones del intercambio en el programa I.DEAR en Berlin
Mi experiencia de intercambio, hasta ahora, es muy buena. Realmente estoy muy feliz de estar viviendo en Berlín y estudiando en otro idioma. Siempre, todos los días hay algo nuevo para descubrir, o gente para conocer.
Si hay algo que quiero dejar de testimonio de mi intercambio es un par de consejos para los primeros días. En primer lugar conseguir a alguien que te reciba y te acompañe (como mi Buddy de la universidad). Debe ser aún más difícil de lo que me pareció a mi, llegar completamente sólo a un lugar completamente desconocido. Por eso, siempre tener algún contacto o hablar con la universidad de destino.
También, no hay que desesperarse con la interminable listas de cosas pendientes, y papeles y trámites por realizar que surgen apenas llegás. Con el tiempo se van resolviendo. Además, no tomar decisiones apuradas en cuanto a contratos: por ejemplo, no contratar rápidamente Internet con lo primero que ofrecen, de seguro hay mejores opciones que uno va descubriendo a medida que habla con gente que ya lleva tiempo viviendo acá. Y recalco esto último: hablar con los otros estudiantes de intercambio que ya están de antes. Ellos ya pasaron por lo mismo, y se saben todos los trucos y mañas para resolver las cosas de la mejor manera.
Nunca está de más traer algo de dinero además del que se recibe por la beca, ya que el primer mes suele ser de muchos gastos, muchos más de los previstos.
Por último, quisiera decirle a cualquiera que esté interesado en hacer un intercambio pero que lo esté dudando, que lo haga. Que está bien tener miedo de lo que uno no conoce, pero que uno se adapta, y en este proceso se cambia para bien y se enriquece la personalidad. Siempre hay temores que nos retienen en lo que ya conocemos, en nuestra rutina ya establecida. Pero seguro puedo decir, que salir del esquema y romper de forma radical con lo cotidiano es una experiencia que vale la pena vivir.